Exótica
La conoció en una fiesta. Su traje rojo y elegante resaltaba la belleza de su cuello y de sus hombros…. el infinito espacio desde su cuello a su boca… desde su oreja a sus labios… desde sus labios al inicio de su pecho acariciado por el rojo de esa gasa de color rojo que viajaba en el espacio de su belleza a su boca.
Era… exótica….morena, vigorosa.
Se acercó a ella por la espalda y acercándose a su pelo le susurró lentamente:
- La vida te debe besos
Y ella sólo se volvió. Tan sólo se volvió lentamente y al encuentro de sus ojos en silencio suspiró, y no le dio el momento para anclarse para siempre a ese desconocido que le había resumido en un instante la pérdida de sus años deambulantes.
Pero ella, no se iba a inventar ahora una historia de amor enloquecida, y agarrarse a la demencia de idear un delirio de futuro irrealizable… para una perdida aurora.
Le miró profundamente a los ojos y sonriendo con amargura contestó
- Como a ti, por eso albergas la esperanza de que algún día alguien, te colme de ellos.
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