miércoles, 5 de enero de 2011

VERDE Y AZUL por Juanjo Juliá

El cielo viste hoy de grises por variar
y tú con verde mar y azul de Breña
resulta que resaltas.
¿Quién eres cada día?
Me acaricia tu saludo
y yo no puedo más que enamorarme.
Te miro, te deseo, te intuyo,
invento algún poema,
te invito a una sonrisa:
Quisiera conquistarte.
¡Tan frágil! Me abruma tu inconstancia,
el que dejes de ser en un instante,
mas si hay algo en mí de permanente
eres tú, mi amor,
tan siempre tú y siempre diferente.

sábado, 1 de enero de 2011

El. Ella, ellos, los dos. por María José Soriano

Basado en la historia de José María "El Tempranillo", bandolero de la sierra de Ronda.
Pincha en este link que te llevará al blog de María José Soriano para llegar al texto:
http://arasdeagua.blogspot.com/el-ella-ellos-los-dos.html

Con leche por Belén Hernández

Con leche

Le preguntaron si prefería con leche o sólo. Le ofrecieron una amplia gama de colores en tazas indiscutiblemente limpias. Le dieron a elegir en una caja con distintos apartados de diferentes tipos de azúcar y sacarinas: terrones de azúcar blanca, azúcar moreno desmenuzada, sacarina en polvo o en pastillas, polvos de azúcar.

Y ante tanta extensión de ofertas varias, se atoró. Atascó su mente y suplicó clemencia a la fatalidad que bloqueaba su expresión en el momento más inoportuno, ante un camarero interesante con atuendo de intelectual fortuito. Se sonrojó pero se miraron a los ojos un buen rato hasta que liberó su demencia: “ No, no, no no sé contestarte…. Lo, lo que tu quieras”.

“Pues si te parece la taza la pongo roja, por eso de abrigar el peligro de lo impensablemente deseado, la azúcar te la echo en polvo por tu cintura, y lo de solo o con leche o lo eliges tú o nos vamos de este bar a recorrer calles cuando acabe mi turno en media hora”

“Con leche. Te espero entonces”

Exótica por Belén Hernández

Exótica

La conoció en una fiesta. Su traje rojo y elegante resaltaba la belleza de su cuello y de sus hombros…. el infinito espacio desde su cuello a su boca… desde su oreja a sus labios… desde sus labios al inicio de su pecho acariciado por el rojo de esa gasa de color rojo que viajaba en el espacio de su belleza a su boca.

Era… exótica….morena, vigorosa.

Se acercó a ella por la espalda y acercándose a su pelo le susurró lentamente:

- La vida te debe besos

Y ella sólo se volvió. Tan sólo se volvió lentamente y al encuentro de sus ojos en silencio suspiró, y no le dio el momento para anclarse para siempre a ese desconocido que le había resumido en un instante la pérdida de sus años deambulantes.

Pero ella, no se iba a inventar ahora una historia de amor enloquecida, y agarrarse a la demencia de idear un delirio de futuro irrealizable… para una perdida aurora.

Le miró profundamente a los ojos y sonriendo con amargura contestó

- Como a ti, por eso albergas la esperanza de que algún día alguien, te colme de ellos.

Al calor de la hoguera por Belén Hernández

Al calor de la hoguera

Acércate hijo, acércate… que estas cosas sólo se pueden contar arrimaítos: cuanto más cerca mejor, cuanto más contacto mejor, cuanto más juntitos mejor… porque estas cosas dan escalofríos… pero de esos que recorren el cuerpo de la sien hasta la espalda y pasan por los piernas dejándote un sabor a soledad inevitable y a metal.
Por eso acercaos todos porque lo que os voy a contar no os va a dejar ni indiferentes ni tibios, que es bueno que se sepan estas cosas estando arrimaítos.