Cuerda, vacua, serena y pálida, sólo puedes observar desde tu oquedad. Ellas, te llenan.
Tienen secretos. Juntas, rasgándose las entrañas como si fueran una, comulgan sus cuerpos, todos sus miembros. Son las brujas. Se aman alrededor del fuego. Tienen secretos. Se cuentan alrededor del juego. Son mentiras de poder, sabidurías de mando, secretos de sin entender saber, secretos que van más allá de la leve, inerme lógica humana. Son las más humanas. Dicen palabras, no cualquier palabra, dicen PALABRAS. Con sus cabellos gordos y las manos mojadas, se secan al fuego, dúctiles como las llamas.
Cuerda, vacía, encandilada, sólo puedes cantar despacito su nana. Ellas, te duermen.
Saben hacerlo. Te buscan. No fuiste tú quien llegó a ellas. Te arrastró el fuego. Sus pies y sus piernas empezaron a moverse inquietas. Volaban sobre las chispas encendidas, trastabillaban, imperiosas agitaban su fuerza y no paraban. El fuego, tan seco. Las brujas, tan negras. Tan listas. Huele a romero, a pocas sonrisas, a risas bulliciosas, transparentes, instintivas, a risas que se desgajan frente el fuego.¿ Se ríen del mundo?. No. El mundo es sólo un juguete redondo. Hay mucho más más allá del inocente mundo. La enorme consciencia de la vida y la muerte eternas.
Rijosa, rebosante, consciente, abierta, voy directa a la hoguera. Ellas, me queman.
Despiertan las hadas.
Montserrat Gómez Gómez
¡Me ha encantado, Mon!
ResponderEliminarHas acertado creyendo que me gustaría, la magia de brujas siempre me ha llamado mucho la atención, uno de mis temas preferidos.
Espero que sigas siempre cultivando estos temas tan... de hadas.
¡Muchos besos!